Sergio Escudero es un futbolista que me encantaría fichar en UNIFUTBOL. Vale, es posible que el nombre no baste para reconocerle. Si añadimos que aún no tiene 30 años, que nació en Andalucía y que no es internacional, pero poco le ha faltado, no hay duda de que ya sabremos reconocerle. Estamos hablando de Sergio Ariel Escudero.
Sergio Ariel Escudero, un futbolista de 28 años nacido en Granada, hijo de un futbolista argentino del mismo nombre que jugó en el Granada FC en la temporada 87/88, estuvo a punto de ser internacional por Japón. Su historia es como la de tantos otros futbolistas de segunda generación: el padre es un jugador inquieto que acaba echando raíces en algún club bien lejos de su casa. En el caso de Escudero padre fue el Urawa Red Diamonds, donde llegó en 1992 y acabó adquiriendo la nacionalidad japonesa. A alguno os sonará el club por haber jugado allí Txiki Begiristain durante dos años.
Nació con dos nacionalidades bajo el brazo y un futuro bastante prometedor en el fútbol. Pasó sus primeros años en Japón y Argentina, donde empezó a jugar en las categorías inferiores de Vélez Sarsfield. Rozó la internacionalidad con Argentina sub-15, aunque su destino era otro. Siendo todavía un adolescente se marchó a Japón, al club de su padre, donde alcanzó el primer equipo.
Como su padre, acabó adquiriendo la nacionalidad japonesa, aunque esta vez por naturalización. Un caso muy común el de los extranjeros que adquieren una nacionalidad para acabar jugando en su equipo nacional, aunque esta vez no se dio el caso. Estuvo cerca de jugar con la selección nipona en el torneo sub-20 en 2007, aunque finalmente tampoco pudo ser.
En el Urawa Reds permaneció hasta 2012, cuando comenzó su particular peregrinaje por el extranjero. Ya en 2016 regresó a Japón, al humilde Kyoto Sanga, equipo de la segunda división japonesa, la J2 League. Ahí juega actualmente, su futuro ha sido menos prometedor de lo que había parecido en un principio, pero su historia es única, como la de tantos hijos de futbolista.
Como Carles, aspiro un día a jugar la J-League en UNIFUTBOL, un campeonato que tiene un aroma especial, con equipos e historias interesantísimas y algunas pequeñas joyas que permanecen ocultas durante demasiado tiempo. Y quién sabe, tal vez pueda fichar a Esukudero Seruhio.
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